Inscripciones y Memorias de Zambra

*Es copia literal del manuscrito.

Parte que da a la Real Academia de la Historia.

El Doctor D. Manuel María de la Corte y Ruano Calderón, individuo de la misma, inspector por S. M. de las antigüedades de Andalucía.
De los trabajos de información, correspondientes al mes de Febrero de 1. 839.

INSCRIPCIONES Y MEMORIAS DE ZAMBRA

       Aún cuando, en obsequio a la variedad que de suyo ofrecen los anales del país, pretendiese yo excitar el interés exclusivo de la Academia a favor de los monumentos litológicos y traducciones, verificadas entre nosotros, durante los siglos de la media edad, siguiendo el rumbo que parece proponerse el gusto de la generación presente; incurriría en la nota de injusto, posponiéndoles mas antiguas bellezas que desde la ocupación romana, ennoblezca esta importante porción del mundo. Fija hoy mi vista en tantas y tan incomparables, como contiene la Provincia de Córdoba, he adoptado la descripción de aquellas, que, en su localidad, remota el bullicio de las Capitales, rara vez han obtenido la consideración general de los amantes de las letras. No son con esta razón, menos apreciables, antes bien su recuerdo, y la circunstancia de inéditas decidirá más vivamente a cualquiera a preferir su análisis
La Torre y Aldea de Zambra, asentadas, casi a una legua de la Villa de Rute, hacia el norte, conservan marcados vestigios de antigüedad, siendo de notar en aquella, la elevación, solidez, y buen estado de defensa, y en ésta la abundancia de mármoles e inscripciones latinas. Corrompido su nombre de Cisimbrium durante la invasión agarena en el de Cizambra, acabó de perder sus privilegios al estruendo guerrero de los conquistadores Cristianos.
En el ¿ ? de Rute ( 1 ) mencionamos ser de siglos atrás perteneciente su Señorío a los Duques de Sessa, en calidad de sucesores del Condado de Cabra, de que formaba parte entonces.
Su situación entre dos cadenas de montañas, no es por eso menos apacible, y las producciones, que fecundan su territorio, harían gozar con creces de las delicias y comodidades de la vida, si un culpable abandono, y ruines miras de interés privado, no interpusiesen un día su influjo para obviar toda idea de fomento y prosperidad.
( 1 ) Ver el parte del mes de Enero.

       El reducido numero de sus actuales moradores, vive diseminado en alquerías y casas de labranza contiguas a la población, ocupando lo restante del vecindario un pequeño arrabal, heredero del renombre y las glorias de Cisimbrium. Asimismo conserva el de Zambra un hermoso partido de huertas, incluido dentro del término de Rute, donde las inscripciones y medallas atestiguan su primitivo poseedor.
Muratiri, Grutero y otros muchos, insertan en sus colecciones, monumentos de Zambra; y Mardere, celoso encomiador de nuestras grandezas, no omite el transcribir la celebre dedicatoria de Cayo Valerio, cuyo original, existente hasta poco ha, en la fachada principal del palacio de los Duques de Sessa en Cabra, ha desaparecido bajo la nueva obra, que aquella parte sufrió recientemente. Su contenido era como sigue.

C. Valerius. C. F.
Gal. Valerianus
Cisimbrensis
II Vir
Cont. Perpetuus
Forum
Aedes
Quinque signa Deorum
Quenque statuas aereas
Sua impensa
Dedit Donavit
Flavio Valeriana
Neptis haeres
Epulo Dato
Dedicavit

       Ninguna pagina más brillante para la historia de Cisimbrium que la precedente: en ella se ven con enlaces admirables, y correcto estilo consignadas, las familias patricias, los cargos, obras publicas, religión, ritos, culto y riquezas: el Pontificado Perpetuo, el Duumvirato, honrosas distribuciones del Lacio constituyen la parte histórica de este mármol: las estatuas y templos, los progresos del arte entre nosotros; los banquetes sagrados, las practicas piadosas del pueblo, identificado con Roma; el foro y tos edificios, las diversiones publicas connaturalizadas aquí.

       No es posible comparar sin emoción y sin dolor aquella época de recuerdos gloriosos con los pobres y olvidados que hoy lleva la mezquina aldea, ni dejar de lastimar una suerte en que la mano del hombre ha prevalecido sobre la mano de los siglos.

       Cuando hice mí transito por Zambra, oí de varios vecinos la historia de muchos descubrimientos curiosos, mereciendo de ellos el obsequio de retener una inscripción muy importante, aunque medio destruida, que conservo a la disposición de la Academia: tanto por su merito literario, cuanto por ser inédita, la incluyo dibujada con la mayor puntualidad. ( Nº. 1 ). A pesar de lo interrumpido de sus dicciones, y hallarse muy exorados por la gente vulgar, los pocos caracteres que restan, se deduce con probabilidad, el objeto, tiempo, y personas que erigieron esta inscripción. Dos ciudadanos Cisimbrenses, Publio Valerio, (sin duda del mismo linaje de nuestro Pontífice Cayo) y el Esclarecido varón Rufo, dedicaron el expresado  monumento al Emperador Vespasiano, Cesar Augusto, o en su reinado, pues ambas cosas se podrán inferir, atendida la mala conservación de las líneas precedentes. Concluye con aquellas siglas tan usadas de Sua Pecunia  Dono dederuno, que comprueban la riqueza y calidad de los dedicantes.

       Es muy del caso advertir aquí, que las poblaciones meridionales del Convento Cordubense, dieron pruebas frecuentes de gratitud a Vespasiano por el privilegio concedido bajo su imperio a toda la Península Española, de que gozare el fuero latino, o del Lacio, no obstante los graves cuidados y turbaciones, que inquietaban entonces la Republica. El Municipio de Egabro conserva una preciosísima cuyos traslados tengo remitidos a esta Real Academia fundamentalmente con otros muy curiosos de varias especies, que inmortalizan la forma de este país, y sus progresos artísticos

( Nº 1) . Hallábase de mucho tiempo atrás embebida esta inscripción en la fachada anterior de la primitiva Iglesia de Zambra, y habiéndose construido un nuevo Templo y pasado el edificio a dominio particular, fue encalada varias veces, y cuando en 1.834 la extrajeron del sitio que ocupaba, apenas se distinguían uno o dos caracteres: lavada y quitada esta tez, han aparecido direcciones inteligibles según se ve.
No quiero dejar de insertar en este lugar otra piedra literata perteneciente a Cisimbrium, ( Nº 2 ) e inédita hasta hoy fue hallada en el partido de Iniesta, que nombran de Zambra y conducida a Rute, ha subsistido allí muchos años, sirviendo de baldosa en el patio de una casa particular, de cuyo dueño la obtuve, conservándose hoy en mi poder, y así mismo a disposición de la Academia. Pertenece a la Sepulcrales, y aun cuando el nombre de la persona, el sencillo concepto de Epitafio y carecer de ortografía, brinden muy poco a la observación del anticuario, nótese, sin embargo en los caracteres cierta arreglada proporción, que acredita algo mas que infancia y que medianía en el arte acomodándose, según se ve sus autores a los buenos modelos, que en nuestras Ciudades Béticas subsistían del floreciente reinado de Augusto.

       Réstanos hablar del Torreón, llamado de Zambra, importante por su construcción, solidez y mas principalmente, por ser el objeto a que algunos de nuestros geógrafos contraen la situación topográfica de Cisimbrium. En articulo separado explicaré las razones, que tanto estos como otros muchos tuvieron para cimentar su opinión, cuidando por mi parte sacar el diseño de dicha Torre, que en atención a hallarse fuera del camino, y a gran distancia de la Aldea, no fue posible trasladar.

      A principio del año corriente se hizo en Zambra un nuevo descubrimiento de medallas geográficas, y geográfico-imperiales de varios tamaños y bronces, que por la sola circunstancia de su hallazgo en este sitio, hacen a mi propósito. Nada notable ni nuevo contienen, y habiéndomelas regalado después el cura Párroco, las conservo en poder mío con la debida separación, con el objeto de unirlas a cuando haga relación con el país.

       En la Edad Media y siglos posteriores, Zambra tiene recuerdos débiles y apocados; y tales cuales son, ni han visto la luz pública, ni es posible analizarlos con el método y exactitud convenientes. Sábese participó de la suerte común de los pueblos de Andalucía y con desventaja, pues reducida a una miserable colonia de Rute, careció por mucho tiempo, hasta de la independencia civil, y eclesiástica, que a fines de siglo ultimo comenzó a recobrar. Los Duques de Sessa, sus Señores conocieron al cabo estos males, y decretando el remedio, y de común acuerdo con el Ilmo. Sr. D. Agustín Ayestarán y Landa, obispo de esta Diócesis, apoderaron para el deslinde, territorio, división y emancipación de Zambra, en propia y separada feligresía a D. Juan Antonio Ruano Calderón y Aguilera, Regidor Perpetuo, Teniente Corregidor, Juez de Campo del Ayuntamiento y partido de Cabra, y Administrador por los expresados Señores Duques, de la Abadía de Rute, a cuyo celo, desinterés, y conocimientos administrativos y municipales, debió Zambra su nueva posición. Hoy figura con mayor importancia en los fastos cordobeses, siendo notable, además de sus antiguallas y Torre, la nueva Iglesia construida en la parte alta de la población, obra sencilla, pero sólida y la única que ofrece interés a la contemplación del viajero.

Cabra 28 de febrero de 1.839

Firmado: Manuel de la Corte

*Es copia literal del manuscrito.

    Don Manuel de la Corte, es hermano de Don Juan Antonio de la Corte y Ruano Calderón, Marques de la Corte, que junto con su esposa Doña Maria de los Dolores Pizarro y Ramírez, Marquesa de la Corte, fueron Patronos Fundadores de la Capilla de la Sagrada Familia, edificada a sus expensas en 1.878. Sus restos mortales reposan bajo el suelo de la citada Capilla, la entrada a la sepultura está sellada con una lapida.

Lapida que sella la entrada a la sepultura de los Excmos. Sres. Marqueses de la Corte.