Las coplas tradicionales en Zambra (Córdoba)
Silvia Montes Campaña
Es, como ya he dicho, reseñable la presencia de la oposición guapo/feo que aparece en muchas de las coplas. Otra característica no señalada es el uso oral del lenguaje, de ahí la presencia de ese “pues”, ya que la composición no está pensada para la escritura, sino para su difusión oral. La persona que dice esta copla es una mujer y básicamente insta a la suegra a conservar al hijo en ese tipo de recipiente. Además se está burlando de las madres hiper-protectoras. Otro ejemplo similar:
Si mi suegra no me quiere
que se vaya a la puñeta
En cogiendo yo el clavel
A la mierda la maceta.
(Carmen Sillero Lara, 54 años)
En el mismo sentido:
Mi novio es un clavel
mi suegra una maceta
y el tonto de mi suegro
que se vaya a la puñeta.
(Rosario Montes Rodríguez, 54 años)
Otro ejemplo:
A mi suegra la metí
De cabeza en un retrete
Y cuando salió de allí
Salió con la permanente.
(Rosario Montes Rodríguez, 54 años)
Nuevamente el tema de la suegra, pero esta vez no por rechazo de la suegra, sino que ahora es la nuera la “atacante”. La siguiente es también en esa línea:
Mi suegra gruñe que gruñe
Y yo la llevé a Almería
Le eché una carga de leña
Y entonces sí que gruñía.
(Carmen Mora Aguilar, 67 años)
El yerno o la nuera vuelven a dejar mal a su suegra. Aun así, no todas las composiciones de suegras son burlescas, sino que hay algunas humorísticas que no atentan contra la figura de la madre del novio. También éstas están recitadas por mujeres:
A mi suegra en el embarazo
Le dio por comer canela
Por eso tiene su hijo
Tan dulce la delantera.
(Martirio Mora Aguilar, 77 años)