Las coplas tradicionales en Zambra (Córdoba)
Silvia Montes Campaña
En la siguiente copla la suegra es considerada un animal, en este caso un caballo:
Llevé a mi suegra a los toros
Y dije al verlos salir:
“¡Qué lástima de caballos,
estando mi suegra aquí!”.
(Antonio Rodríguez Montes, 52 años)
Y la siguiente, en boca también de la nuera (ya que las mujeres son, en este tipo de sociedades, las que manejan los utensilios de cocina):
A mi suegra la comparo
Con el paño de cocina
Que cada vez que me arrimo
Lo mismo mancha que tizna.
(Rosario Montes Rodríguez, 54años)
La suegra no quiere a la nuera, como en la copla citada antes:
Mi suegra anda diciendo
Que no me quiere pa`nuera
En qué libro ha leío
Que yo pa`suegra la quiera.
(Rosario Montes Rodríguez, 54 años)
Aparece en la copla la palabra “rayente”, muy usada en Andalucía. Es aplicada a la persona fastidiosa [12]. “Asombrar” está usado con el significado de “asustar, espantar”. Por tanto, de aquí podemos extraer otras característica de las coplas: por un lado la exageración y, por otro, la presencia en este tipo de composiciones de un vocabulario especial que a veces están en desuso porque han sido sustituidas por otras adaptadas a nuestro tiempo. Es el caso de los términos que designan actividades agrícolas que hoy en día no se realizan (en gran medida por los adelantos tecnológicos). Además se producen alteraciones fonéticas propias del andaluz. Las más evidentes han reflejadas en este trabajo, tal y como las he escuchado.
El tema satírico-burlesco en relación a las suegras está, como ya he dicho, siempre presente. En este caso, también aquí aparece el tema de lo feo:
Mi suegra no me quiere
Porque tiene un hijo guapo
Pues que lo meta en una orza
Y lo tape con un trapo.
(Carmen Mora Aguilar, 67 años)
[12] Diccionario de la R.A.E.