Las coplas tradicionales en Zambra (Córdoba)
Silvia Montes Campaña
Otro de los temas es lo relacionado con el sexo, siempre en un tono simpático, no ofensivo:
Cuando probó mi María
El dulce de mi batata
Se la metió entre las patas
Y allí la tiene otavía.
(Antonio Rodríguez Montes, 52 años)
Esta copla es muy importante con respecto a las anteriores porque está en boca de un hombre y, aunque ya hemos dicho que prevalecen las mujeres sobre los hombres, también se pueden hallar coplas masculinas. El hombre habla de su mujer como de “su María”, y es algo común (no sólo entre los andaluces) usar el nombre “María” para referirse a las mujeres. Incluso se observa el uso del nombre en plural. Así, un grupo de mujeres son “marías”. El refranero tiene algún ejemplo: “La que adoba no es maría, sino la especiería”. Este hecho probablemente tiene su origen en el nombre de la Virgen, prestando su nomenclatura al resto de mujeres, aunque es muy importante, por otro lado, la frecuencia con que se usa este nombre en esta zona, casi siempre acompañado de otro (María del Carmen, María Gracia, etc); la batata, por su parte, es un tubérculo anaranjado algo más alargado que la patata, de ahí su similitud con el órgano sexual masculino; en esta composición tenemos la metátesis y reducción de todavía, por “otavía”.
La alusión a los órganos sexuales mediante metáforas y comparaciones. En la siguiente copla:
Bartola tenía una flauta
Con un agujero solo
Y a Dios le daba la lata
La flauta de Bartolo.
(Antonio Rodríguez Montes, 52 años)
Es también frecuente encontrar el tema escatológico en estas composiciones ya que son una importante fuente de humor:
Mariquilla Turruete
Aprieta bien el “ojete”
Que el olisque que das
Te llega hasta el mollete.
(Rosario Montes Rodríguez, 54 años)
Aquí el nombre de María aparece en diminutivo. La copla la recojo de una mujer, pero no parece dirigida a otra mujer en concreto, sino que el nombre es una forma genérica de designar a cualquier mujer en la que el apellido “Turruete” actúa como un recurso rítmico, sin aludir a una realidad concreta; el sustantivo “mollete” alude a un tipo de pan con una forma determinada, pero aquí está usado con un significado no recogido por la R.A.E. Se refiere al órgano sexual femenino. Por tanto, vemos que para referirse a los órganos sexuales se prefiere el uso de metáforas. Así mismo se utiliza el diminutivo de “ojo”: “ojete” como término coloquial para referirse al ano, por la similitud bien conocida por todos de una parte del cuerpo con la otra. Está recogido como acepción en el Diccionario de la RAE.